En los últimos días las redes se han llenado de mensajes sobre una supuesta batería de aluminio revolucionaria que podría convertirse en el largamente esperado salto adelante para la tecnología. Según estos rumores, la tecnología permitiría ofrecer a un coche eléctrico 1.500 kilómetros de autonomía, soportaría hasta 15.000 ciclos de carga, funcionaría sin problemas en condiciones de frío extremo y además sería muy barata.