Los niños de los años 80 se convirtieron en programadores con facilidad porque los ordenadores de 8 bits arrancaban en un entorno de desarrollo sencillo que ejecutaba BASIC. Las revistas de informática de la época estaban repletas de programas que cualquiera con suficiente paciencia podía ejecutar, y algunos eran realmente muy largos. Pero el más famoso del Commodore 64 era solo una línea de código. Suficiente para mostrar un laberinto. Este libro (gratuito), analiza como y por qué funciona.