Hace 4 años | Por Geyperman a elmundo.es
Publicado hace 4 años por Geyperman a elmundo.es

El pan que un día alimentó a los faraones ha resucitado. La tozuda determinación de un egiptólogo aficionado ha quebrado el descanso eterno de los últimos restos de levadura que, hasta ahora, habían permanecido agazapados en los poros de unos recipientes de cerámica donde una vez, hace cinco milenios, se elaboraron las hogazas. Tras cultivar el fermento, ha logrado reproducir una masa como las del Antiguo Egipto.