Hace 8 años | Por reus a youtube.com
Publicado hace 8 años por reus a youtube.com

Unos enanos forzudos de apenas un par de centímetros que son capaces de mover el equivalente a 2.000 veces su peso. Algo así como si un hombre de 70 kilos arrastrara sin ayuda una ballena azul, el animal conocido más grande que jamás haya poblado nuestro planeta. Las ideas para estos robots hipermusculados proviene de la observación de la naturaleza: hormigas, arañas y muchos otros insectos nos asombran con su fuerza. Uno de estos animales son los gecos, familia de lagartos (como la salamanquesa) capaces de trepar por cualquier superficie.

Comentarios

D

Arrastrar X veces su peso significa nada, absolutamente nada. Supongamos que usted pesa 80kg y tiene un vehículo que pesa 2000kg, si lo pone en punto muerto en una carretera totalmente plana vera que lo puede empujar fácilmente con solo una mano. Lo importante aquí es la fricción entre el objeto que se arrastra y la superficie sobre la que se arrastra y de eso no se dan datos alguno. Cuando demuestra lo que puede levantar en vertical los ratios pasan a ser 1:100, que para ser un robot eléctrico no esta ni bien ni mal, es lo normal. Además, la explicación que da sobre el funcionamiento de las patas de geko es totalmente erróneo.

BodyOfCrime

#1 Entonces la tumbamos?

D

#2 Tumbada, contra la pared o en cuatro, a la hora de follar a mi me da igual roll

D

#1 Totalmente cierto, yo con una transpaleta he movido dos mil kilos. Y de forzudo nada.

D

#1 tienes razón anda que no hay vídeos de forzudos arrastrando aviones

c

Lo que más mola es el tema del material-gecko ese. Es muy curioso y sus aplicaciones pueden ser la hostia.
A mí lo que me revienta es que se diga que las hormigas trabajan en equipo... alguno os habéis parado a ver cómo trabajan? Echar un par de miguitas de pan cerca del camino y esperar a que cojan la miga y observad... no trabajan en equipo ni de coña, se dan por culo las unas a las otras y se retrasan un montón en las tareas.

D

#5 Es como cuando dicen que hay un orden mundial establecido por los ricos (o masones, o reptilianos, o multinacionales...) , cuando en verdad son un montón de idiotas que van cada uno por su cuenta pero con un mismo fin: ganar dinero. Igual que las hormigas que cada una solo tiene un fin, llevar la comida al hormiguero.