“Esta es la cara del dolor”. Así arranca la creadora de contenidos QTCinderella un vídeo en el que denuncia haber sido víctima de la difusión de una secuencia pornográfica hiperrealista creada con inteligencia artificial. Las imágenes a las que se refiere son falsas, el daño causado no. La popular figura de internet, de 29 años, se suma a una larga lista de personas afectadas por este tipo de creaciones, conocidas como deepfakes. Las aplicaciones de inteligencia artificial las hacen cada vez más fáciles de producir y difíciles de identificar su
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No hacen falta deep fakes cuando la gente está disuesta a creerse lo que le digan sin la menor busqueda de realidad.
Quizas el mejor ejemplo fue cuando el ministro de exteriores español fue entrevistado por la BBC y le mostrarón imagenes de la represión del 1-Oct.
El tipo dijo: “esos vídeos son falsos, eso no ocurrió”.
El locutor de la BBC contestó: estos vídeos los hemos grabado nosotros.
El ministro: “pues son falsos”
¿Y que se creyó en España?
Pues para algunas personas no hace falta deep fakes, con que les digan lo que quieren oir ya les cuela.