The Senster era una estructura electrohidráulica con 6 articulaciones que permitían una gran libertad de movimiento. Lo interesante es que el comportamiento del dispositivo hace que el observador sienta que la escultura está viva. Es como si el comportamiento fuera más importante que la apariencia para hacernos sentir que algo está vivo. Podía percibir los sonidos y poseía un radar que le permitía monitorear su entorno. Reaccionaba al movimiento de las personas que estaban cerca, activándose los mecanismos que provocaban el movimiento.