Hace 2 años | Por manuelmace a muyinteresante.es
Publicado hace 2 años por manuelmace a muyinteresante.es

Si mirásemos con atención el girasol, la margarita o el diente de león, veríamos que lo que comúnmente se considera una flor, en realidad no tiene la estructura de una. Cuando se arranca una de esas piezas que parecen pétalos se puede observar en su interior un aparato reproductor femenino. Y si miramos con atención el centro, no encontramos estambres rodeando el gineceo, sino que hay cientos de piezas tubulares, y en su interior, un androceo completo rodeando el gineceo. En realidad, cada una de esas estructuras es una flor.

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