[...] Me quedé atónito cuando me libró su visión de la situación. “Yo no me creo las encuestas. Con un 10% nos conformamos, será un resultado mucho mejor que en las anteriores”. Yo no entendía cómo era posible que de ese contexto tan positivo, una fuerza supuestamente “revolucionaria” no estuviera dispuesta a poner en marcha todas las opciones para conseguir superar el bipartidismo. ¡No! La idea era obtener un “buen resultado”, un 10%, el resultado de una fuerza que solo se concibe como marginal. Poco tiempo después, la cúpula de IU abortó con arrogancia la negociación con las plataformas sociales y partidos que se querían agregar al mapa político de 2014 y se replegó sobre ese horizonte del 10% y una lista encabezada por Willy Meyer. [...]
Vamos, lo que viene siendo… » ver todo el comentario