En paralelo a su actividad como almirante al servicio de Alfonso el Magnánimo, este mallorquín de familia acomodada se dedicaba a asaltar embarcaciones. De origen mallorquín, era miembro de una distinguida familia de la ciudad de Mallorca y formaba parte de la élite ciudadana y de la oligarquía urbana mallorquina. Además de disponer de patrimonio, contaba con gran prestigio social, con conexiones eclesiásticas y cortesanas.