Las aplicaciones que he identificado van desde inocuas aplicaciones de edición de imágenes y vídeo hasta juegos casuales, y la mayoría de los usuarios no son conscientes de que están instalando productos israelíes en sus teléfonos, generando importantes ingresos para la economía de guerra genocida de Israel. Muchos de estos desarrolladores de aplicaciones operan bajo el radar, sus estructuras de propiedad son opacas y la identidad de sus propietarios no se conoce comúnmente.