Allí se prioriza el logro personal, convencidos de ser el país más avanzado, más poderoso y mejor del mundo. Mirando a otras culturas como inferiores, una idea que se respira en cada esquina, la bandera está por todas partes, no es cosa solo de películas. El patriotismo se mezcla con el juramento diario en el colegio y el himno en cualquier evento. En España se percibe una mentalidad distinta, con más interés por los problemas globales, por los demás, con importancia del tejido social y sensación constante de pertenencia al grupo.