Si alguien escribiera un relato de ficción política al estilo de los bestsellers novelescos en el que el pérfido gobierno chino hubiera diseñado un plan maestro para infiltrar a un agente doble en la mismísima Casa Blanca la fértil imaginación del escritor nunca hubiera podido llegar a imaginar ¡y mucho menos publicar por totalmente inverosímil! un personaje como Donald Trump, que está consiguiendo neutralizar si no desmantelar las bases del poderío estadounidense en tan solo unos pocos meses.