Quería firmar las paces congnomolesten, así que pensé que sería una gran idea regalarle un perro. Siempre me había dicho que le encantaría tener uno, y que, dado que mide como Napoleón de puntillas, la llamaría María Antonia, pero me era imposible encontrar una raza que para él no fuera como un caballo,
Finalmente, tuve una idea: Una rata melenuda, con el corte de pelo adecuado, podía pasar como perro. Total, cuando pasa uno, él sólo ve los huevos colganderos, no había peligro de que se diera cuenta.
Como me la enviaron por SEUR, la rata se hizo con mi dirección y se entregó ella misma, porque yo nunca estaba en casa. Tal y como llegó, le puse el arnés y la saqué al parque para ver si la cosa iba a funcionar.
Todo iba bien hasta que, de pronto, el bicho vio y olió a un tío que venía de comprar 5 kilos de Cabrales. La rata salió disparada hacia él y, cuando iba a morder la bolsa del queso, el muy pringao la apartó y la rata le clavó todos los dientes en el gemelo.
Al verle echar espuma por la boca me acordé de que no la había vacunado, así que no me quedó más remedio que dejar que se llevara la rata puesta.
@dunachio
#9 Fíjate que lo de Camps ha tardado 16 años. Y como ya nadie se acuerda, dicen que no hay indicios y pa casa