#48 Era un albañil (jefe de obra, "maestro de obras") que, ya años antes del golpe, trabajaba para la comandancia militar de Burgos.
No tuvo opción de elegir, claro, pero siendo el jefe de obra le salvó la vida a más de un condenado: si se enteraba de que a alguno le iban a "dar el paseíllo", él decía a los mandos militares: "Mañana necesitaré a fulano en la obra", y se lo llevaba a la obra varios días seguidos.
Los trataba muy bien.
La prueba de lo que hizo es que los presos le estaban agradecidos y uno de ellos le hizo un busto en barro y se lo regaló.
Era un buen hombre.
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#47 Supongo que lo erigió en una época en la que era imposible negarse.
Y si estaba convencido, como miles y miles de españoles de entonces, pues también es comprensible.
Todo hay que enmarcarlo en su contexto temporal, tanto su implantación como su posterior retiro llegado el caso.