El problema de todo esto es lo que se dice en la noticia:
"Días después, el 29 de agosto, la empresa le sancionó con una falta grave por no atender las órdenes de sus superiores. El trabajador no recurrió y, una vez cumplida la sanción, se reincorporó a su puesto de trabajo. "Prefería cargar con una suspensión de 15 días que correr cualquier riesgo", explica Raquel Márquez."
Este es el gran problema de España: que un trabajador sea sancionado de una forma tan absolutamente injustificada, sancionado con severidad además, y el hombre ni siquiera recurra la sanción, sino que la acepte sin más.
Como abogado laboralista siento rabia e indignación y una enorme impotencia ante estos casos. Los trabajadores debemos ser los primeros en defender nuestros derechos. Nadie debe sentirse amenazado o coaccionado en una empresa para ni siquiera atraverse a denunciar o a recurrir. La amenaza del despido y la mierda que le darían de indemnización suelen explicar el porqué de esta reacciones de los trabajadores, pero...sinceramente, aunque es comprensible desde un punto de vista humano, es totalmente contraproducente para la clase trabajadora.
España sigue siendo un país que merece lo que tiene.
#53: ...sí, pero... en fin...
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Mientras cuido mi huerto, lo que mas añoro es cuando terminaba a las 4 de la mañana como informático y me piraba a casa para regresar a las 8 o inclusive trabajar los domingos para peinar el rack y actualizar el sistema en los equipos con alguna aplicación nueva.
Mi tiempo es mio.