En este comedor llegaron a comer mil doscientos vecinos por día durante el gobierno de Mauricio Macri. Durante la gestión de Alberto Fernández la cifra bajó hasta trescientos cincuenta. Desde diciembre volvió a crecer “y ahora hay que decirles que no hay comida", dice Paco. "Hay hasta familias que no tienen con qué cocinar porque no tienen ni comida ni garrafa, así que recorren para conseguir alimentos. No sabemos cuánto se va poder sostener esto. Yo no sé quiénes fueron los que votaron a Milei, dijimos que esto iba a pasar y lamentablemente...
"No se podía subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y crear puestos de trabajo. No se podía financiar los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) sin entrar en una crisis de deuda pública. No se podían subir los sueldos para aliviar el daño de la inflación sin retroalimentar las subidas de precios. No se podía poner un tope al gas... Por supuesto, tampoco se puede reducir la jornada laboral porque la productividad está estancada."
La nueva opción terapéutica, que se comercializa desde este miércoles, supondrá en España un beneficio para seis millones de personas, potenciales afectados de la enfermedad, ya que dos de cada tres está sin diagnosticar al tratarse de una "enfermedad silente", que en las fases iniciales trascurre sin síntomas.
Lo de la portada de hoy de El Economista es de esas burradas matemáticas que hacen daño a la vista. Sin ningún rubor indican que se va a aplicar un índice de precios para los alquileres que "aplicará bajadas que pueden ser de hasta el 200% en grandes ciudades". No hay que tener mucho conocimiento en matemáticas para saber que eso es imposible, que los precios de alquiler, como mucho, podrían bajar un 100%, pero en ese caso ya serían cero. Me imagino que el error viene de pensar que si hay precio de alquileres que son un 200% superiores al índice (lo triplican), para que se ajusten a el, habría que bajar el precio un 200%, cuando en realidad sería un 67%.