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Lamentando no poder hacer todo el ruido que debería, José Andrés Ruipérez, un vecino de 52 años del barrio de Salamanca que lleva días participando en las caceroladas contra el Gobierno admite que su participación está siendo “discreta” porque solo tiene ollas de la prestigiosa marca Le Creuset, cuyos precios rondan entre los 200 y 300 euros, según él mismo admitió ante la prensa. “Fuera, fuera. Este Gobierno engaña.”, dijo ayer gritando a pleno pulmón pero golpeando flojito y con una cuchara de madera una cocotte redonda modelo Evolution.
#20 soy antibulos, siemrpe contrasto todo lo que digo. Simplemente es una apreciación. La han condenado por agresión a la autoridad, evidentemente, pero a consecuencia de que estaba parando un deshaucio. Por ejemplo, si un policia intenta detener a mi mujer de forma violenta por la razón que sea, golpeandola, y lo salgo en su defensa y empujo al policia, me condenarán por agresión a la autoridad, cuando yo lo que hacía realmente es proteger a mi pareja, por lo tanto me condenan por defender a mi pareja. Son formas de ver las cosas