#14 ...Los españoles eran considerados como una mano de obra importante, trabajadores con destreza y fortaleza, pero precisamente por ello pronto se convirtieron en los prisioneros con el mayor índice de mortalidad. A ellos les fueron encomendadas inicialmente las tareas más duras. No debe resultarnos extraño, pues, encontrarnos con que a mediados de 1941, de cada cuatro fallecidos uno fuese español, y con que a finales de ese mismo año la proporción se hubiera disparado hasta convertirse en cuatro de cada cinco. El periodo comprendido entre 1941 y 1942 fue el más negro para los republicanos españoles, y la cantera fue un verdadero cementerio para muchos de ellos. No obstante, no era la única manera que encontraron los SS para acabar con ellos. Eduardo Pons Prades recogió en su artículo Republicanos españoles en los campos de exterminio nazis algunas de las formas que utilizaron los nazis para acabar con éstos: “Los españoles, como sus compañeros de cautiverio de cincuenta y tantas nacionalidades, murieron de mil maneras, a cual más inhumana: como el vasco Tellechea, despedazado por los perros lobo, o como los catalanes Miret Musté y Juncosa Escoda, abatidos por una ráfaga de metralleta cuando yacían en el suelo, heridos en un bombardeo aéreo; o muertos a golpes y a patadas por los SS, como el manchego Enrique Rodríguez y el aragonés Pedro Fernández, o en el camión fantasma, asfixiados por el gas carbónico del tubo de escape conectado con la caja del vehículo, como el comandante del aeródromo de Barcelona, Busquets, y Emilio Andrés, comisario del Cuerpo de Ejército, y el coronel León Luengo Muñoz. O mediante una inyección intracardíaca de fenol, como el teniente Eleuterio Díaz Tendero”.
En cierta forma, las cosas mejoraron a partir de 1943 para los españoles. Su tasa de mortalidad descendió a partir de esa fecha, y no fueron pocos los que pasaron a trabajar en puestos especializados dentro del campo, principalmente llevando a cabo tareas relacionadas con su funcionamiento interno. Pero quizá el principal referente de los españoles internados en Mauthausen fue la solidaridad de que llegaron a hacer gala. Y no tardaron en demostrarlo: el 28 de agosto de 1940, apenas veintidós días después de la llegada de los primeros españoles, falleció el primero de ellos, José Marfil Escalona. Sus compatriotas en el campo guardaron un minuto de silencio. Aquella actitud logró sorprender a los SS, pero a pesar de ello, no volvería a repetirse ese gesto de respeto y homenaje a las víctimas. Fueron los españoles los que mejor se organizaron en el interior de Mauthausen, pese a la variedad ideológica que presentaban. Allí había anarquistas, socialistas, comunistas... Muchos supervivientes de otras nacionalidades han reconocido que la actuación solidaria de los españoles logró que muchos de éstos lograran salvar sus vidas. Aunque el profesor Fabréguet de la Universidad Paris-Sorbonne ha dejado constancia de las malas relaciones que establecieron los prisioneros españoles con los polacos: “Conservadores y nacionalistas, muy católicos, sin hostilidad de principio ante la amenaza del fascismo, los polacos manifestaron una profunda aversión al grupo de españoles rojos, combatientes antifascistas muy marcados por su anticlericalismo”...
http://www.javierortiz.net/ant/otrasvoces/mauthausen.htm
Portada
mis comunidades
otras secciones
#48 Quien denuncia la intimidación no es "el coletas" sino la periodista.
Otros liberales y tolerantes como los del PP, indistinguibles.
Por cierto, alguien que se inventa documentos, los fabrica o difunde informaciones sabiendo que son falsas no es un periodista.