#25 La ciencia se autocorrige en teoría, pero en la práctica actual esa capacidad de autocorrección está cercenada cuando a las revistas les interesa un determinado tema, o ponen trabas a publicar intentos fallidos de réplicas de un experimento, etc. En definitiva, hoy en día si un científico quiere vivir de ello no puede ser 100% honesto, al menos en ámbitos relacionados con la salud y la industria farmacéutica. No puede uno llegar y matizar: "sí, este ensayo clínico salió como esperábamos, pero es el 5º intento que hicimos y el que tenía la muestra más pequeña", porque las revistas lo machacan y lo silencian. A las revistas y patrocinadores sólo les interesa el resultado bonito. Por desgracia. Ahí salimos de la ciencia y entramos en otro terreno.
Como científicos no podemos dormirnos en los laureles de la autocomplacencia. Empieza a haber movimiento al respecto, y el libro de Goldacre es la punta del iceberg. Cada vez más gente dedicándose a replicar experimentos de otros, y a hacer públicos esos datos de forma abierta, les guste a las revistas o no.
Portada
mis comunidades
otras secciones
#27 Totalmente de acuerdo: la ciencia es el método, y el método funciona. Lo que pasa es que ese método existe en un ecosistema viciado donde otros intereses lo contaminan. Insisto en lo que dije: hoy por hoy la ciencia tiene muy limitada su capacidad de autocorrección. Si publicas mierda en Nature, publicado queda, y revertir ese daño cuesta muchísimo más de lo que debería.
Entre otras cosas porque a los científicos se nos evalúa en función de cuánto publicamos, especialmente en revistas nº1. Hoy, dedicarse a ser cauto, cuidadoso, avanzar poco a poco, replicar, asegurarse de que lo publicado es fiable... es la receta para publicar poco y nunca en Nature ni Science, por decir dos.