#1 #2 Decir "Simplemente conseguías un trabajo fuera y te ibas allá que pagaban bastante mejor que en España y aprovechabas el cambio" es no saber qué es la emigración o no dar importancia al desgarro emocional que supone. Puede que la palabra exacta y precisa no sea 'épico', pero en su momento era un paso difícil, valiente, incierto, triste, en muchos casos definitivo, un paso que significaba una desconexión casi total...
Os escribo desde Bruselas, donde me compro 4 vuelos por año a casa, conectado a menéame, escuchando la Cafetera y viendo Salvados los domingos. Hago Skype semanal con familia y amigos, veo los partidos del Barça y voto cuando me dejan. Aún así, me estoy perdiendo la vejez de mis padres, la paternidad de mi hermano y de mis mejores amigos, que mi hijo va a ser un perfecto desconocido para los que serían (sin haber emigrado) sus primos y tíos.
No, no fue épico. Es mucho más triste y silencioso.
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No hace falta buscar en oscuras sedes de extrema derecha...
Algunos comentarios aquí vertidos justifican todo el trabajo de concienciación que queda por hacer y como estos artículos / manifestaciones son aun imprescindibles.