Ahora es duro, pero imaginaos cuando no teníamos Internet.
Cuando para llamar a tus padres tenías que llamar al único vecino de su calle que tenía teléfono y decirle que hiciera el favor de avisarlos, que los llamarías dentro de media hora.
Cuando esperabas que fueran las 6 de la tarde para escuchar en la radio 15 minutos de noticias en español.
Cuando en la biblioteca de la ciudad en que vivías ya no había un solo libro en español que no te hubieras leído al menos dos veces.
No os envidio chavales, sé que también para vosotros está siendo duro.
¡ÁNIMO!
Portada
mis comunidades
otras secciones
Yo que soy calvo me pongo gasolina y una cerilla.