Lo mas triste de todo es saber que este tipejo adeude nóminas a sus empleados, tenga su empresa en estado de quiebra y aún se le esté dando cancha en los medios de comunicación, debería ser apartado de la sociedad, dejarlo sin un euro despues de embargar sus propiedades y afrontar con ellas sus deudas.
Y luego.................A TRABAJAR, que ese verbo hace muchos años que se les olvido a él y sus amigotes.
Que grande se debe de sentir uno jugando a ser dios con su empresa superpoderosa y su nómina de empleados amplia. Lo malo que la barrera entre ser dios y diablo es tan pequeña...........
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Si eso pasese en este país, se quedarían sin munición.