Puntualizar, que al menos en Valladolid, el PFC NO se permite realizar fuera de la Escuela, y los tutores, sin son de fuera de ésta, han de ser aprobados por el Tribunal, antes de su designación. Es decir, el 99% de los tutores son profesores de la escuela.
La profesión está sufriendo una dura crisis, a escala europea, no sólo Española. Y, en mi opinión, interesada, por otra parte, no está mal que se reduzcan o que disminuyan los futuros arquitectos. No hay mercado para tantos. Es más, estoy convencido de que de aquí a cinco años, más del 60% de arquitectos titulados de aquí a cinco años no van (o vamos) a ser capaces de vivir de la arquitectura. Así es la situación. No hay trabajo ahora, en 5 años cuando se duplique el número de titulados, ya me dirán.
Pero lo que de ninguna manera se puede consentir, es que dicho corte de aspiraciones se produzca en el PFC. Si quieren reducir el nº futuro de arquitectos, lo primero, que se reduzca el número de plazas de acceso a cada escuela. Y que la criba o "selección" se continúe durante los años de carrera. Pensaréis, el Proyecto Final de Carrera es parte de la Carrera, valga la redundancia. Sí. A todas luces.
Lo que primero y fundamentalmente se discute es la ausencia total de unos objetivos a cumplir en el PFC. Las irregularidades de selección de tribunal. Las sangrantes incompatibilidades del mismo, pongo como ejemplos, un presidente del tribunal es socio de un tutor, o, un secretario del tribunal es hermano y socio de otro tutor. Huelga decir lo que eso conlleva en cuanto a favoritismos. Y no sigo con ejemplos, pues hay muchos más igual de lamentables. Hablo de la Escuela de Valladolid, en otras lo desconozco, pero en todos los lados cuecen habas. Me imagino.
Es decir, creo que lo que primero habría que pedir es unos criterios de corrección claros. Esto no es sólo decir que tienes que entregar un límite de 30 A1, un programa y demás. Es decir de forma clara si el tribunal que va a corregir los ejercicios, considera primordial, pongo como ejemplos, la realidad constructiva de un proyecto o, en su caso, la capacidad del alumno para buscar nuevas soluciones tipológicas o constructivas, pese a que conlleve un desarrollo técnico y de cara al mundo "real", menor o no comprobado. Pero que los criterios se expliquen, antes de corregir, parece obvio, pero en Pucela no se dan mucha cuenta.
Y, a partir de una explicación trasparente e incluyo en transparente una posible cita..."miren ustedes, en esta Escuela, buscamos la excelencia (bla,bla,bla...) y de cada convocatoria sólo se va a aprobar a un máximo del 75% de los presentados (!)" (es tan sólo un ejemplo)
Me (nos) seguiría tocando los cojones, pero por lo menos hablarían a las claras y, todos sabríamos a que atenernos. Cosa que ahora no ocurre.
Repito, lo fundamental es entre todos, alumnos, profesores y tribunal (en cada caso) es explicar los objetivos de un PFC. No se puede obviar la realidad de la profesión ni la de otras escuelas.
¿Qué se gana suspendiendo al 30% de los convocados? La diferencia no va a ser una mutación del alumnno en el sucesor de Míes o vayan ustedes a saber. Sólo consigue frustrar al alumno, acabar indignado con la Escuela que, se supone, te ha formado y encima, perder un año de vida laboral, al menos, pues en otras escuelas el PFC pasa a ser una verificación, sin mayor voluntad. Cosa que ocurre en la inmensa mayoría de Escuelas de Arquitectura Europeas y en otras carreras técnicas de este país.
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Puntualizar, que al menos en Valladolid, el PFC NO se permite realizar fuera de la Escuela, y los tutores, sin son de fuera de ésta, han de ser aprobados por el Tribunal, antes de su designación. Es decir, el 99% de los tutores son profesores de la escuela.
La profesión está sufriendo una dura crisis, a escala europea, no sólo Española. Y, en mi opinión, interesada, por otra parte, no está mal que se reduzcan o que disminuyan los futuros arquitectos. No hay mercado para tantos. Es más, estoy convencido de que de aquí a cinco años, más del 60% de arquitectos titulados de aquí a cinco años no van (o vamos) a ser capaces de vivir de la arquitectura. Así es la situación. No hay trabajo ahora, en 5 años cuando se duplique el número de titulados, ya me dirán.
Pero lo que de ninguna manera se puede consentir, es que dicho corte de aspiraciones se produzca en el PFC. Si quieren reducir el nº futuro de arquitectos, lo primero, que se reduzca el número de plazas de acceso a cada escuela. Y que la criba o "selección" se continúe durante los años de carrera. Pensaréis, el Proyecto Final de Carrera es parte de la Carrera, valga la redundancia. Sí. A todas luces.
Lo que primero y fundamentalmente se discute es la ausencia total de unos objetivos a cumplir en el PFC. Las irregularidades de selección de tribunal. Las sangrantes incompatibilidades del mismo, pongo como ejemplos, un presidente del tribunal es socio de un tutor, o, un secretario del tribunal es hermano y socio de otro tutor. Huelga decir lo que eso conlleva en cuanto a favoritismos. Y no sigo con ejemplos, pues hay muchos más igual de lamentables. Hablo de la Escuela de Valladolid, en otras lo desconozco, pero en todos los lados cuecen habas. Me imagino.
Es decir, creo que lo que primero habría que pedir es unos criterios de corrección claros. Esto no es sólo decir que tienes que entregar un límite de 30 A1, un programa y demás. Es decir de forma clara si el tribunal que va a corregir los ejercicios, considera primordial, pongo como ejemplos, la realidad constructiva de un proyecto o, en su caso, la capacidad del alumno para buscar nuevas soluciones tipológicas o constructivas, pese a que conlleve un desarrollo técnico y de cara al mundo "real", menor o no comprobado. Pero que los criterios se expliquen, antes de corregir, parece obvio, pero en Pucela no se dan mucha cuenta.
Y, a partir de una explicación trasparente e incluyo en transparente una posible cita..."miren ustedes, en esta Escuela, buscamos la excelencia (bla,bla,bla...) y de cada convocatoria sólo se va a aprobar a un máximo del 75% de los presentados (!)" (es tan sólo un ejemplo)
Me (nos) seguiría tocando los cojones, pero por lo menos hablarían a las claras y, todos sabríamos a que atenernos. Cosa que ahora no ocurre.
Repito, lo fundamental es entre todos, alumnos, profesores y tribunal (en cada caso) es explicar los objetivos de un PFC. No se puede obviar la realidad de la profesión ni la de otras escuelas.
¿Qué se gana suspendiendo al 30% de los convocados? La diferencia no va a ser una mutación del alumnno en el sucesor de Míes o vayan ustedes a saber. Sólo consigue frustrar al alumno, acabar indignado con la Escuela que, se supone, te ha formado y encima, perder un año de vida laboral, al menos, pues en otras escuelas el PFC pasa a ser una verificación, sin mayor voluntad. Cosa que ocurre en la inmensa mayoría de Escuelas de Arquitectura Europeas y en otras carreras técnicas de este país.