Hay una cuestión indiscutible y es el deseo unánime de que Sergio Muñoz (el agredido) se cure. Pero, por muy duro que parezca, es profunamente injusto, a la vista de los comentarios anteriores, que unos menores (o unos mayores), sean tildadod de asesinos, cuando no son responsables de un hecho.
Todo el mundo sabe que la piedra que le ocasionó las lesiones a Sergio Muñoz, la tiró un chaval (posiblemente sin intención de darle). Y que ese chaval se entregó a la policía, confesó ante el Fiscal y lo declaró en el Juzgado.
Lo que sucede es que el abogado de la familia del agredido, pretendía que pagaran justos por pecadores. En contra de la petición del Fiscal (que pedía que condenaran al agresor), el abogado puso en duda al Juez de si habían existido otras piedras. Pero solamente había una piedra (partida al caer), que encontró la policía.
Ante la obstinación de este abogado de incriminar a TODOS, sembró la duda en el Juez, que aplicó el principio de presunción de inocencia y dijo no estar seguro de si el que se había entregado, era el causante de las lesiones.
Lo que no puede hacerse es tergiversar las cosas. Si no conocemos los hechos a fondo (como los conoce el Juez), si no somos quienes para juzgar, no podemos insultar al Juez que dictó la Sentencia, porque no tenemos los datos para juzgarle.
Eso si, TODOS ESTAMOS CON SERGIO, DESEANDO SU CURACIÓN.
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Hay una cuestión indiscutible y es el deseo unánime de que Sergio Muñoz (el agredido) se cure. Pero, por muy duro que parezca, es profunamente injusto, a la vista de los comentarios anteriores, que unos menores (o unos mayores), sean tildadod de asesinos, cuando no son responsables de un hecho.
Todo el mundo sabe que la piedra que le ocasionó las lesiones a Sergio Muñoz, la tiró un chaval (posiblemente sin intención de darle). Y que ese chaval se entregó a la policía, confesó ante el Fiscal y lo declaró en el Juzgado.
Lo que sucede es que el abogado de la familia del agredido, pretendía que pagaran justos por pecadores. En contra de la petición del Fiscal (que pedía que condenaran al agresor), el abogado puso en duda al Juez de si habían existido otras piedras. Pero solamente había una piedra (partida al caer), que encontró la policía.
Ante la obstinación de este abogado de incriminar a TODOS, sembró la duda en el Juez, que aplicó el principio de presunción de inocencia y dijo no estar seguro de si el que se había entregado, era el causante de las lesiones.
Lo que no puede hacerse es tergiversar las cosas. Si no conocemos los hechos a fondo (como los conoce el Juez), si no somos quienes para juzgar, no podemos insultar al Juez que dictó la Sentencia, porque no tenemos los datos para juzgarle.
Eso si, TODOS ESTAMOS CON SERGIO, DESEANDO SU CURACIÓN.