El día que salió Simón diciendo que ni había evidencias fue como la prueba del nueve de que era cierto, este señor tiene el don de no acertar ni una, es como Cassandra pero al revés, éste no acierta pero todo el mundo le cree.
El día que salió Simón diciendo que ni había evidencias fue como la prueba del nueve de que era cierto, este señor tiene el don de no acertar ni una, es como Cassandra pero al revés, éste no acierta pero todo el mundo le cree.