En el día de ayer me tocó vivir varias veces la situación que describe #52. En la biblioteca de mi barrio continuamente pasa eso y ayer cuando a una mujer le sonó el móvil y se puso a hablar en la sala de estudio le mandé callar. Lo cachondo es que todos mirábamos a la mujer como si la pudiéramos hacer callar con poderes mentales. Y en el autobús ayer me pasó igual con uno de esos niñatos que llevan el móvil con la música a volumen brutal. Todos miramos y nadie hizo nada y como dice #79, volví a casa con la impotencia de no haber hecho nada. Espero que no me vuelva a pasar porque a veces la gente es desconsiderada por desconocimiento y si no se lo hacemos saber, esto seguirá así.
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#41 Este fenomeno también se da en las bibliotecas públicas: cuando hay alguien hablando más fuerte de lo normal, todo el mundos se queda callado esperando a que alguien dé el primer paso de mandarles callar. Y lo peor es que, como se te ocurra hacerlo la has cagado, te conviertes oficialmente en el policia de la sala. Cada vez que alguien hable, todo el mundo se callará esperando a que ''el tio de antes'' les mande callar. Difuminación de la responsabilidad, asi que tenia nombre y todo...