#9 "Los estoy viendo y es increíble, esto tiene que verlo mucha gente".
La gente* en lo más profundo de su pensamiento (y los que tienen cierta edad o mejor dicho una edad cierta, en la superficie de su memoria); como tantas otras cosas. Pero la mente se niega a admitir que "regresar a 1950 sea una probabilidad".
Es decir; aunque ahora mismo todos* estemos culpando a la banca* y al sector financiero. Lo cierto es que los primeros, aunque es cierto que ofrecieron el dinero muy barato (y parece que a algunos no les preocupaba mucho "no cobrar el total de los créditos que concedían". Que no es lo mismo que "no cobrar"); no obligaban a la gente* a hacer uso de esos créditos. La libertad en ese punto todavía existe (aunque a muchas personas puede manejárselas fácilmente desde el márketing y la publicidad).
Yo no tengo deudas. No debo nada a ningún banco; y si acaso, debo los recibos de la electricidad, agua porque y el DSL lo cobran a mes vencido. Y no es porque no me guste tener un portátil con un procesaror i7 o incluso mejor, o una casa en el campo. No soy un extraterrestre (conozco más gente* en mi misma situación). Simplemente me he ido adaptando en cada momento de la vida a lo que "podía permitirme sin hipotecar mi vejez".
Y como de niño me enseñaron algo que científicamente* (en psicología) se llama "retardo de la recompensa" (algo que deberían enseñar a todos los seres humanos desde el preescolar); y a gestionar adecuadamente gran poder de esa técnica. Y eso, bien mezclado con "antiguos conceptos" totalmente contrarios al actual modelo imperante "fácil y rápido" al que yo añadiría: "a tu alcance" o "barato"; como son "las cosas que realmente valen la pena no son fáciles de hacer/conseguir, si algo es fácil probablemente no valga la pena y acabe no satisfaciendo la necesidad que pretendías cubrir con ese algo". Si algo se consigue rápido, lo más probable es que no tenga mucho valor y seguro que se pierde (o se gasta) con la misma rapidez". "Si algo te parece demasiado barato* lo más probable es que lo sea y por tanto su calidad será baja o ni siquiera existirá".
Lo que quiero quería decirte, disculpa el rollo* anterior. Es que, aunque pusieran este documental todos los días en horario de máxima audiencia en TVE, la gente no lo vería (se negaría a verlo y cambiarían a Sálvame, El Hormiguero, Buenafuente, o cualquier otro placebo*). Es más, aunque lo vieran y se sintieran impresionados por lo que cuenta, al día siguiente seguirían con "su vida".
Hace dos o tres semanas, vi de nuevo el documental "Food Inc." en una tarde de viernes con unos amigos. La tarde era plácida, la climatología acompañaba y más había cerveza de la que podíamos beber. Se hizo de noche y salimos al exterior para encender de nuevo el fuego en la barbacoa y asar lo que había sobrado del mediodía. Pues bien, como los niños de algunos de mis amigos, no habían querido comer el "chorizo del pueblo de mi madre; los trozos e pollo asado del corral de mi madre; los aojos tiernos de la huerta de mi madre; los trozos de costillar y falda de cerdo (criado por mi madre con una dieta a base de berzas y castañas) y otros manjares no muy fáciles de encontrar en los hipermercados. Sus mamás, habían llamado a la pizzería un centro comercial y allí estaba el chico con la moto y media docena de pizzas familiares. Mis amigos y yo nos miramos... pusimos cara de: estas chicas no han entendido nada pero no merece la pena discutir por unas pizzas, total no son precisamente hamburguesas del McDonalds...
Mis hijos ya hace tiempo que deciden por si mismos que comen (yo prefiero no preguntar) pero en mi casa "hay cosas que no se hacen, que no se comen, que no se compran, que no se tiran...".
La gente no quiere pensar. La gente no quiere decidir. La gente no quiere esforzarse. Y quizá esta crisis y lo que queda por venir, si no causa un desastre total, sea al menos una especie de "catarsis obligatoria" con la que algunos aprendan el valor de la solidaridad y otros lo recuerden; porque se olvida con facilidad cuando parece que nada va mal...
#9 "Los estoy viendo y es increíble, esto tiene que verlo mucha gente".
La gente* en lo más profundo de su pensamiento (y los que tienen cierta edad o mejor dicho una edad cierta, en la superficie de su memoria); como tantas otras cosas. Pero la mente se niega a admitir que "regresar a 1950 sea una probabilidad".
Es decir; aunque ahora mismo todos* estemos culpando a la banca* y al sector financiero. Lo cierto es que los primeros, aunque es cierto que ofrecieron el dinero muy barato (y parece que a algunos no les preocupaba mucho "no cobrar el total de los créditos que concedían". Que no es lo mismo que "no cobrar"); no obligaban a la gente* a hacer uso de esos créditos. La libertad en ese punto todavía existe (aunque a muchas personas puede manejárselas fácilmente desde el márketing y la publicidad).
Yo no tengo deudas. No debo nada a ningún banco; y si acaso, debo los recibos de la electricidad, agua porque y el DSL lo cobran a mes vencido. Y no es porque no me guste tener un portátil con un procesaror i7 o incluso mejor, o una casa en el campo. No soy un extraterrestre (conozco más gente* en mi misma situación). Simplemente me he ido adaptando en cada momento de la vida a lo que "podía permitirme sin hipotecar mi vejez".
Y como de niño me enseñaron algo que científicamente* (en psicología) se llama "retardo de la recompensa" (algo que deberían enseñar a todos los seres humanos desde el preescolar); y a gestionar adecuadamente gran poder de esa técnica. Y eso, bien mezclado con "antiguos conceptos" totalmente contrarios al actual modelo imperante "fácil y rápido" al que yo añadiría: "a tu alcance" o "barato"; como son "las cosas que realmente valen la pena no son fáciles de hacer/conseguir, si algo es fácil probablemente no valga la pena y acabe no satisfaciendo la necesidad que pretendías cubrir con ese algo". Si algo se consigue rápido, lo más probable es que no tenga mucho valor y seguro que se pierde (o se gasta) con la misma rapidez". "Si algo te parece demasiado barato* lo más probable es que lo sea y por tanto su calidad será baja o ni siquiera existirá".
Lo que quiero quería decirte, disculpa el rollo* anterior. Es que, aunque pusieran este documental todos los días en horario de máxima audiencia en TVE, la gente no lo vería (se negaría a verlo y cambiarían a Sálvame, El Hormiguero, Buenafuente, o cualquier otro placebo*). Es más, aunque lo vieran y se sintieran impresionados por lo que cuenta, al día siguiente seguirían con "su vida".
Hace dos o tres semanas, vi de nuevo el documental "Food Inc." en una tarde de viernes con unos amigos. La tarde era plácida, la climatología acompañaba y más había cerveza de la que podíamos beber. Se hizo de noche y salimos al exterior para encender de nuevo el fuego en la barbacoa y asar lo que había sobrado del mediodía. Pues bien, como los niños de algunos de mis amigos, no habían querido comer el "chorizo del pueblo de mi madre; los trozos e pollo asado del corral de mi madre; los aojos tiernos de la huerta de mi madre; los trozos de costillar y falda de cerdo (criado por mi madre con una dieta a base de berzas y castañas) y otros manjares no muy fáciles de encontrar en los hipermercados. Sus mamás, habían llamado a la pizzería un centro comercial y allí estaba el chico con la moto y media docena de pizzas familiares. Mis amigos y yo nos miramos... pusimos cara de: estas chicas no han entendido nada pero no merece la pena discutir por unas pizzas, total no son precisamente hamburguesas del McDonalds...
Mis hijos ya hace tiempo que deciden por si mismos que comen (yo prefiero no preguntar) pero en mi casa "hay cosas que no se hacen, que no se comen, que no se compran, que no se tiran...".
La gente no quiere pensar. La gente no quiere decidir. La gente no quiere esforzarse. Y quizá esta crisis y lo que queda por venir, si no causa un desastre total, sea al menos una especie de "catarsis obligatoria" con la que algunos aprendan el valor de la solidaridad y otros lo recuerden; porque se olvida con facilidad cuando parece que nada va mal...