Muy buen artículo. Gracias.
Portada
mis comunidades
otras secciones
Ha quedado claro. Hay que hablar de sexo desde el principio, y poco a poco, nada de brusquedades, no vaya a ser que a alguien le suceda lo que a Marta, de 35 años. Cuando tenía 10 años, en el mercado oyó a una mujer gritar "¡cojones!". Ya en casa, durante la comida, preguntó por el significado de aquella palabra nueva. Y su padre, ni corto ni perezoso, se levantó y ahí mismo se bajó los pantalones. Pura información anatómica. Pero la susodicha sufrió un shock y 25 años más tarde no lo ha olvidado. Nada que la haya traumatizado. Es un chascarrillo divertido en las cenas de amigos.
Manda cojones...