Hace 14 años | Por toptnc a ionlitio.com
Publicado hace 14 años por toptnc a ionlitio.com

Junto a los grandes Centros Comerciales, los supermercados e hipermercados son uno de los lugares en los que más importancia cobra el llamado marketing below-the-line. Esto es, técnicas de marketing que no intentan vendernos el producto directamente sino de forma más indirecta y, muchas veces, sin ser conscientemente percibidas. Todo en estos lugares está cuidadosamente estudiado: desde la colocación de los productos hasta la intensidad lumínica, con un único objetivo: motivar la compra por impulso.

Comentarios

toptnc

#1 La verdad es que este tema se ha manoseado bastante, así que casi todos los artículos se parece mucho.

d

Interesante saber, al menos, ya que nos manipulan, cómo lo hacen.

paumal

Se puede ir más allá. Existe tecnología cautiva en este sector. Hoy por hoy, se pueden implementar a los carros de supermercado pantallas táctiles a las que pinchar (vía USB, o con la tarjeta de fidelización de turno) tu lista de la compra, y el carro te lleva a la ubicación de los productos. Casi todos los supermercados tienen ya esa tecnología. No la implantan porque es cara. En el momento que una cadena la implemente, el resto harán lo mismo.

Contra: si le metes la tarjeta de fidelización, el carro, mientras te lleva a buscar las galletas de chocolate del desayuno, te hará pasar por los pasillos donde están los productos que habitualmente compras.

Conclusión: si le haces la compra a un amigo alcoholico el carro te hará pasar decenas de veces por el pasillo de las bebidas.

mr_b

La que más me ha llamado la atención (y que suponía) es la de la música machacona en las tiendas de ropa juveniles para echarnos a los viejunos... o a los que no nos gusta la música machacona. Así, si vamos con nuestros hijos (no es el caso) pues quedamos esperando en la cola y "que hagan lo que quieran". Buena técnica, sí señor.

Lo de las tarjetas de fidelización, como comenta #3, son un arma, pero de los supermercados. Para ti son gratis. Crees que el supermercado te regala algo, una tarjeta gratis con la que te hacen descuento, pero no es así. El supermercado gana mucho más si tú tienes la tarjeta (y la usas) que si no la tienes. Y lo que gana es saber tus hábitos de compra, la frecuencia, todo... Y eso vale mucho más que lo que le cuesta la tarjeta.