No importa de qué extraña forma se practique la caridad si esta llega a los más desfavorecidos de la sociedad que no tienen hogar. Y extravagante es cómo una mujer china de aspecto sexy, enmascarada y vestida de súper heroína reparte ropa de abrigo y alimentos entre los vagabundos ancianos que pululan las calles de la ciudad de Pekín, la capital de China.
Comentarios
No solo hay que comer con la boca, también con los ojos
Aunque a mi me parece que va vestida de dominatrix.
Ya le encargaba yo unas madalenas