El feminismo mundial ya tiene una nueva heroína. Se trata de esta aviesa niña de cinco años, quien con un léxico y un razonamiento impropio de su edad muestra ante una cámara su indignación por un cliché demasiado extendido: el color rosa es de niñas. Riley, en un alegato que ya firmarían algunos adultos, lamenta que “todas las niñas compren princesas y todos los niños compren superhéroes” y va más allá, aún.
Comentarios
#0 Una niña de cinco años cree que «las empresas nos engañan para que compremos cosas rosas».
Una niña de cinco años cree que «las empresas nos ...
lavozdigital.esEditado.