Hace 4 años | Por Verified a eleconomista.es
Publicado hace 4 años por Verified a eleconomista.es

Las fuertes protestas de los agricultores por el incremento del Salario Mínimo Interprofesional han terminado por crear una "vía de agua" en el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, abrió este lunes una brecha con el resto del Gabinete al apuntar la posibilidad de establecer bonificaciones o incentivos que reduzcan el impacto del alza de los salarios en el aumento del desempleo agrario, algo que había sido rechazado categóricamente por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Comentarios

D

Muy coherentes, los chapas del campo: rechazamos un salario fijo mínimo, pero pedimos un precio mínimo garantizado... que tendrían que pagar los compradores... ¿adivinan quién pagaría al final más las cebollas?

Maelstrom

#1 El SMI son costes también. Y por tanto lo pagarían también los consumidores, en quienes repercutiría.

Verdaderofalso

Si por subir 50€ al mes tienen problemas de quiebra, es que no es el mayor de sus problemas

ipanies

En tiempos el estado no fijaba el precio mínimo, pero se almacenaba en cooperativas y almacenes el producto y el estado lo sacaba cuando hacía falta para controlar el precio... eso ya se termino y se dejo libertad al mercado y ya sabemos lo joputa que es el mercado que siempre jode a los mismos, al mas débil. Si quieres influir en el mercado debes poder manipular la oferta en función de la demanda.

x

#2 Ahora eso lo hace la gran distribución. Y no con el mismo interés que el Estado.

ipanies

#4 Claro, su interés es sacar el producto al menor precio imaginable pero sin "matar" al productor, como esta ultima premisa ya se la pasan por el forro quedan dos opciones, o dejar morir el sector primario o parecer comunistas y volver a tomar el control mayorista. Yo voto por lo segundo.

s

Más ayudas? Pero si el campo es el sector más subvencionado que existe. Cobran unas ayudas enormes de las distintas administraciones a cambio de cumplir unos requisitos mínimos, que en muchos casos incumplen reiteradamente.

e

El campo en españa está lleno de problemas estructurales. Hasta ahora solo se ha sabido aplicar una receta: subvención. Lo mismo es momento de aplicar también otras.