Las épocas que me resultan más insoportables de todo el año, en las que me exiliaría con mucho gusto a algún rincón desierto si pudiese —y os habla un urbanita—, coinciden con las conmemoraciones religiosas, así que el motivo está bien claro: si me repatean los planteamientos irracionales por lo perniciosos que son, imaginaos lo que disfruto en las temporadas que el exhibicionismo alcanza cotas de una epidemia cargante. Y esto no es una pose, ni rebeldía por rebeldía ni ir a contracorriente para aparentar que uno es autónomo y guay...
Comentarios
...y vuelven a beber
Con tanto deficit y primas de riesgo habia leido: Pero mira como deben.
Yo me pregunto pero que beben, agua no, vino no ha ya se orujo blanco que rico con estas heladas.
Claro y luego que pasa que vas a pescar y no ven ni el gusanito feliz que jodidos .