Hace 16 años | Por francisco a iabogado.com
Publicado hace 16 años por francisco a iabogado.com

Como todas precauciones son pocas, cabe barruntarse que acabaremos imitando a los productores, habitualmente norteamericanos, que colocan avisos chuscos de puro obvios: Un aviso que recomienda usar gafas de seguridad para utilizar un abrecartas, Una advertencia en un bolígrafo de tinta deleble que previene de su uso para “firmar cheques o documentos legales”. Una moto infantil advierte: “Este producto se mueve al ser utilizado”, La etiqueta de un secador de pelo reza: “No utilice este secador mientras duerme”.

Comentarios

D

La explicacion viene dada porque en Europa utilizamos un sistema completamente diferente del de EEUU a la hora de garantizar la seguridad de los productos: aqui un producto, para ser comercializado, tiene que superar una serie de barreras legales y tecnicas muy rigurosas. El control viene por lo tanto a priori... EN EEUU, cuna del libeggalismo a ultranza, puedes comercializar casi casi cualquier cosa, pero el "control de calidad" viene a posteriori, de la mano de los bufetes de abogados y de las demandas multitudinarias ("Class actions"). Asi que las empresas intentan curarse en salud incluyendo todo tipo de advertencias en cuanto al uso de sus productos para evitar ser demandadas por ofrecer "instrucciones incorrectas o peligrosas".

tollendo

No son idiotas, todo eso tiene una razón: las millonarias demandas que ponen (y ganan) en USA por responsabilidad civil ante cualquier accidente. Lo hacen para no ser denunciados en caso de que el usuario haga alguna de esas barrabasadas.

francisco

#1, "para idiotas" no es lo mismo que "escrito por idiotas"...

Se que lo hacen con motivo, pero sigue siendo risible...

e

Una mujer metió el gato en el microondas para secarlo y lo sacó asado. Presentó una demanda contra el fabricante y ganó el pleito. A parte de una porrada de pasta que tuvo que pagar, el fabricante también tuvo que añadir en las instrucciones una advertencia: no es apto para secar animales.
Hay casos y casos parecidos.
Una mujer quiso irse sin pagar de un bar y intentó escaparse por la ventana del retrete, se cayó y se partió el coxis, y el dueño del bar le tuvo que pagar la idemnización.
Un ladrón entró a robar en una casa y después quiso salir por el garaje. Pero se quedó allí encerrado y no pudo salir. Los dueños estaban de vacaciones y el ladrón tuvo que alimentarse una semana de un saco que había de comida para perros y una caja con latas de pepsi-cola. Pidió una idemnización por daños y perjuicios, y ganó el pleito.