Publicado hace 3 años por Corto.Maltés a despertaferro-ediciones.com

Durante la campaña del Rif se comenzó con una táctica consistente en crear pequeños puntos fortificados que cubrieran la mayor parte del territorio, defendiendo montes y barrancos, pero que en realidad fueron ineficaces y solo consiguieron cientos de soldados españoles muertos por emboscadas. Esto, en un terreno abrupto que dificulta el aprovisionamiento y con una intendencia corrupta y negligente que no mostraba demasiado interés en los soldados rasos, convirtió la vida en primera línea del frente en una auténtica odisea [...]

Comentarios

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Carne de cañón. Prescindibles. No muchos años después, unos 40, Franco y sus herederos pactaban con USA qué iba a ser de nuestro pobre país y de sus gentes.

Corto.Maltés

#1 Creo que estás confundiendo la guerra del Rif con el conflicto del Sáhara Occidental; de lo contrario no entiendo la mención a Franco.

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#2 Si te fijas en mi comentario, he mencionado los 40 años de diferencia entre ambos conflictos. Posiblemente fuesen unos pocos más.

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#2 #3 De todas maneras, la carne de cañón fué la misma. Es a eso a lo que me refería.

Corto.Maltés

#4 Totalmente. De las pocas constantes que hay en la historia bélica es esa, la de quién compone la carne de cañón.

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#5 El final de "La montaña mágica" de Thomas Mann, por un poner un ejemplo, refiriéndose a la Gran Guerra, desde el punto de vista del lector observando tal vez el cadáver embarrado en una trichera del protagonista de la novela, es como mínimo para darnos qué pensar: ¿Será posible que de esta bacanal de muerte, que también de esta abominable fiebre sin medida que incendia el cielo lluvioso del crepúsculo, surja alguna vez el amor?

No han pasado ni cien años. Y seguimos exactamente igual.
Y mucho peor.

Corto.Maltés

#6 Pues me apunto ese libro porque la Gran Guerra me parece un objeto de estudio fascinante.
No sé si lo conocerás pero "Tempestades de acero" de E. Jünger creo que es un buen relato de lo que allí se vivió. El tipo combatió allí, fue condecorado y lo cuenta todo sin romanticismos, muy crudo y con un objetivo: Dejar claro que desde esa guerra los soldados pasarán a ser un trabajador más, como un herrero o un oficinista.