Hace 13 años | Por nicohirt a diagonalperiodico.net
Publicado hace 13 años por nicohirt a diagonalperiodico.net

Empresarios españoles e indonesios comercian con cientos de pescadores extranjeros cada año. Les ofrecen sueldos tan ínfimos que en la mayoría de los barcos, pese al paro, ya no quedan marineros gallegos.

Comentarios

anxosan

Hace años un abogado me explicó sucintamente en qué consistía el Derecho Marítimo Internacional: "La ley de los piratas en manos de gente con aún menos escrúpulos"

a

Lo confirmo, en mi pueblo hay unos cuantos de estos. Duermen por turnos en pisos que les ponen y cuando no les toca el turno de dormir hacen tiempo en plena calle, no deben de tener ni un salón en el piso. No se relacionan con nadie, pero tampoco se meten con nadie ni crean problemas.

No entiendo cómo es posible que se permita este abuso, eso del salario mínimo debe de ser un mito.

colazo

#5 esto va por el salario mínimo de su país de origen

enviada por mí hace poco ¿ Cómo trabajan los marineros de la foto de Feijóo ? (gal)

Hace 13 años | Por colazo a anosaterra.org

V

De perseguir a esa chusma explotadora no e va a encargar la reforma laboral precisamente...Qué vergüenza.

quiprodest

Y ahora es cuando decimos que los españoles somos unos señoritos y que no queremos hacer determinados trabajos... por 295 dólares (unos 232 euros al cambio actual).

trigonauta

Fishing Work Corporation, esos son los únicos que se están haciendo ricos.

D

Por una parte piden más cuotas de pesca para el fletán negro y otras especies, por otra, contratan extranjeros por 4 duros... Algo no cuadra...... roll

ochoceros

Espero que no estuviesen recibiendo subvenciones para fomentar el empleo.

k

En nuestra casa y ante nuestras narices.
Esto se llama esclavitud, lo mismo que la trama de Lugo con los marroquíes que aparece hoy en otra noticia. Los esclavistas son prohombres del país, empresarios modelo, gente bien, y como tales cuentan siempre con el silencio cómplice y la colaboración necesaria de miembros de la parte política de la administración.
Súmale a esto Gürtels varias (las que se saben son la punta de un descomunal iceberg), premios millonarios a costa de todos para los responsables del crack financiero y para la inmensa e inocente mayoría primero el ajuste y ahora la despiadada Reforma Laboral (despiadada, sí, y en la otra cara de la moneda, un dulce que las Pymes apenas van a saber catar, pero que será sorbido hasta el tuétano desde el minuto 1 por los grandes conglomerados empresariales de aquí y de fuera especializados en crearse una intachable imagen pública mientras precarizan hasta lo intolerable al grueso de sus trabajadores), y no nos quedemos aquí, añádele por ejemplo un Tribunal Constitucional en modo zombi confeccionando sentencias a la carta, o por ejemplo PP y PSOE a una bailándole el agua a cuanto poderoso interés privado hay en el mundo y contrayendo matrimonio ante el altar de la ley electoral, en plan Cánovas y Sagasta, con cada uno de sus líderes y futuribles encendiendo en privado velas a dios y al diablo para llevárselo crudo alegremente y después que la cosa aguante lo suficiente para que su propia muerte real o política suceda antes que el previsible desastre al que nos conducen.
Viéndolo con la perspectiva de unos años hacia acá, siempre rizándose el rizo en la misma dirección como por arte de magia, encontrándonos siempre un paso más allá de lo que hasta ese momento parecía posible, da la impresión de que no es que el sistema necesite un reajuste, sino que cada vez funciona mejor, al menos para los que lo manejan. Demasiado bien, incluso.
Los demás deberíamos ir pensando en jugar a otra cosa, porque en este juego nos están dejando cada vez más al margen, y empieza a resultar peligrosamente aburrido estar siempre del lado de los que pierden, y que siempre sean los mismos los que repartan cartas.
Muy en el fondo parece que no hay más que la vieja lucha de clases, actualizada y magnificada por efecto de la globalización: de un lado los que son impensablemente ricos y poderosos y del otro los demás, y dentro de estos, como siempre, unos cuantos imbéciles estratégicamente situados metiéndonos goles en propia puerta porque quieren subirse como sea al carro de los primeros.
Con la zorra cuidando el gallinero no es de extrañar que algún que otro prohombre de los de aquí de toda la vida, del tipo iluminado sin escrúpulos ni entendimiento pero con abogado y contactos, sea capaz de dedicarse con éxito al esclavismo. De todos modos, visto la que nos están metiendo en materia laboral, no me extrañaría que en unos añitos a estos individuos se les recuerde y se les acabe erigiendo un monumento por visionarios y pioneros.