Desde hace unos años, la modalidad “clásica” de formación a distancia crece progresivamente, hasta situarse por encima de la modalidad e-elarning. Este crecimiento está concentrado en la formación que ofrece la FTFE, tal y como se describe en sus memorias de actividades, mientras otras entidades, dejan aparcada la modalidad a distancia para aprovechar las ventajas del e-learning. ¿Qué motiva a este crecimiento? ¿Es posible que este crecimiento esté provocado por la falta de posibilidad de control? Pedagógicamente no tiene justificación.