"Yo sé que los tapones sirven para ayudar a una niña, pero no sé quien es, ni qué tiene". Juan recoge a diario tapones desde hace cuatro meses. Aunque desconoce el nombre de la persona a la que ayuda, sabe que es por una buena causa. "Es una que tiene que ir al médico... Sé que son dos y creo que tienen lo mismo, pero 'la nuestra' no sé como se llama", reconoce. Relacionada con Consiguen una silla de ruedas para una joven tetrapléjica con la venta de 14.000 kilos de tapones de plástico
Comentarios
Ostras tu, cada vez se curran mas las leyendas urbanas. Solo les falla un poco mas de originalidad. La de recolectar "algo" para que un pobre niño/a pobre le regalen una silla de ruedas, ya esta muy trillada.