La actual campaña política que se vive en las redes sociales hace que se lancen muchos calificativos, la mayoría de los cuales son sacados de su significado original y poco o nada entendidos por quienes los usan. Hablar de derecha o izquierda para designar a quienes están con la economía de mercado y quienes están en contra de esta es la referencia más recurrente, así como el lugar común y el cliché más utilizado. En medio de esta discusión, una de las metáforas a la que se acude con mayor frecuencia, como un mantra, por quienes abogan por ...
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“los actores de la economía están motivados por su propio interés y que la ‘mano invisible’ del mercado es la que guía al interés personal a promover el bienestar económico de la sociedad”, (Mankiw, 2017).
Será en teoría, y puede que haya funcionado en un periodo determinado. Pero, en la práctica, esa 'mano invisible' le está arrebatando el poder adquisitivo y una batería de derechos sustanciales a las clases medias para entregárselo a las más altas con gran diligencia; bien, por una acción deliberada, por la cual me inclino, o porque este malogrado sistema empieza a presentar claros síntomas de agotamiento y colapso. Esos son los hechos.
De "mano invisible como ausencia de un estado" a "mano invisible como presencia de un estado" hay un trecho.
En cualquier caso, si los propios defensores del libre mercado dicen que el estado debería existir e intervenir para procurar ciertas cosas infraestructurales que el libre mercado no es capaz de procurar por sí mismo, entonces de todas esas funciones para las que algo como el estado tiene sentido que exista, la más importante y prioritaria es perseguir, combatir y erradicar el capitalismo, es decir, la apropiación fraudulenta e ilícita del capital por los altos cargos de jugar al Candy Crush que no lo han producido, o dicho de otra forma, el pagar salarios tan bajos a los trabajadores que solo puedan subsistir y criar más trabajadores para que los capitalistas no necesiten trabajar para hacerse ricos, pero que los trabajadores no puedan ahorrar para su jubilación o para emprender nuevas empresas o para formarse para cambiar de puesto de trabajo.
Lo único que saben hacer bien las manos invisibles es robar.
Fascista!