Hace 13 años | Por kobeto a historiasdelahistoria.com
Publicado hace 13 años por kobeto a historiasdelahistoria.com

Durante la I Guerra Mundial, empezaría a usarse de forma masiva un nuevo tipo de pólvora que sería decisiva en la contienda, se trataba de la cordita, utilizando la acetona como disovente. Churchill recurrió a un prometedor químico, Chaim Weizmann, sionista emigrado de Europa continental, para que aplicase su técnica de invención propia para fabricar acetona basada en la fermentación del maíz por la bacteria anaerobia Clostridium acetobutylicum. Churchill pagó "su precio".

Comentarios

m

Pues será una leyenda porque Gran Bretaña hizo todo lo posible por evitar el nacimiento de Israel.

andresrguez

#0 Estaría bien poner el nombre de la bacteria correctamente. Clostridium acetobutylicum va en cursiva

kobeto

#2 Cierto. Arreglado

pablo_

De aquí a los Protocolos de los Sabios de Sión, un paso.

avantox

La historia es curiosa, no obstante, lo del estado israelí gracias a él es algo más dificil de creer.

kobeto

#4 Como dice en el post puede que sea leyenda, pero en la guerra todo tenía un precio.