Hace 15 años | Por LittleLady a aso-apia.org
Publicado hace 15 años por LittleLady a aso-apia.org

Un profesor hace un retrato del estado de la Educación a través de la confesión de su hastío. Alumnos, compañeros profesores, políticos y padres pasan por esta galeria del desencanto.

Comentarios

kikuyo

El artículo en versión página web: http://profesorcuyami.blogspot.com/2008/04/los-funcionarios-no-lloran.html

(del blog del autor)

juvenal

Nada que añadir.

D

Posible solución 1, Multazo a los padres de los alumnos por según que determinados comportamientos
Interrumpir la clase reiteradamente: 100€ *k
Suspender más de 4: 600€ *k (a tomar por saco la moto)
Acoso y bulling a otros alumnos: 2000€ *k
Agresión al profesor: 3000€*k + Daños y perjuicios que estime el juez + Inspección de los servicios sociales para dictaminar si quitarles la custodia del menor

Modificador por renta, k= (sueldo bruto en euros de los progenitores/1000€)^(Número de reincidencias+1)

Además sanción común en todas, curso de 4 horas en mitad de la tarde del Domingo sobre buen comportamiento con al menos uno de los dos cónyuges y vástago.

jor

Me parece un artículo muy interesante. Viendo como va el mundo, y viendo como va la educación, cuesta ser optimistas respecto a la futura capacidad crítica, analítica, lógica, cultural, etc de los actuales niños y adolescentes.

A

#2 Que bonito es criticar.

N

En mis experiencias como docente en colegios e institutos he sufrido en mis carnes algunas de las quejas expuestas en el artículo. Por suerte puedo decir que en mi caso nunca ha sido todo tan apocalíptico pero en absoluto veo exageradas sus quejas. Esas cosas pasan. Quizá no todas de golpe y en la misma clase, pero he conocido profesores que al cabo de 5 años ya no se sorprenden de nada.

Pienso que la voz de los docentes debe ser al menos escuchada, porque son ellos los que tratan día a día con esos chicos, que son en definitiva la generación que viene. También estoy seguro de que la mayoría de los macarruzos, cutres, drogadictos, violentos, estúpidos y demás se corregirán ellos mismos y llegarán a ser ciudadanos de lo mas normal, pero eso no quita que los malos hábitos y comportamientos se deban corregir y sobre todo prevenir.

Un alumno necesita que sus docentes y tutores tengan poder (y el deber) de imponerse. Y mas importante aun, los niños/jóvenes no deberían gozar de esa impunidad que les hace pensar que las consecuencias no existen.

Spiritu

simplemente una verdad como un puño, Genial.

Hay que darle más poder a los profesores sobre los alumnos, estos nunca tienen que olvidar quien es la autoridad. En mi época se pasó de tener un miedo atroz a los partes en el colegio y las primeras etapas del instituto, a coleccionarlos como medallas en las ultimas fases. Pero hoy trabajo en un colegio dando clases extraescolares y tengo que ver (y lidiar) a chavales de 11 años que ya empiezan a presumir de el número de partes y de "que tienen loco" a algún profesor. Todo ello endulzado con padres sobreprotectores que vienen a "hablar contigo" si dejas un día a su niñito sin ordenador (doy informática) y de cara a la pared, he llegado a perder alumnos por haberlos castigado (y dios sabe que es mi ultilísimo recurso), y en algunos ocasiones aguantar desafíos hacia mi autoridad realmente frustrantes y sé que lo único, ¡lo único! que me salva es que tengo derecho a expulsar a un alumno de mi actividad (para siempre) y ya he utilizado ese derecho de forma temporal alguna vez, al contrario que los profesores de secundaria que se tienen que comer con patatas y ver clases perdidas por culpa de un nene de mama gilipollas del culo.

todo mi apoyo a la comunidad docente, espero de verdad que las cosas mejoren, nos jugamos nada menos que el futuro de nuestra sociedad.

t

Hay muchas cosas del artículo que se os escaparán a muchos, porque en su mayor parte es una enumeración de hechos que pasan en la educación en Andalucía, sin pararse a explicarlos, por lo cual el que no esté "dentro" no comprenderá de que van.
Pero creedme, en el fondo de lo que está harto uno es de perder el tiempo en tu trabajo haciendo cosas improductivas, y de eso va el artículo.
La ironía que destila es lo que lo hace genial, para los que estamos en la misma situación.

ivancio

Me he visto reflejada y no soy profesora. Sólo soy madre. Ánimo.

D

#2 Pues entonces, ya que estamos, haz tu algo para cambiar esa realidad que se impone sino serás otro vago e imbécil pero de más categoría.

Con decir lo que piensa y que se pueda leer aqui ya está haciendo algo importante.

N

Siendo mi madre profesora (a punto de jubilarse), y conociendo yo mismo mi propia profesión y sus contras, no puedo sino tachar al autor de ese texto como de vago o imbécil. Vago por no buscar o aportar una mísera solución. O imbécil por no darse cuenta de que un trabajo nunca es como "teóricamente" debería ser, sino como la realidad impone, y contra eso, quejase es perder el tiempo.