La distribución comandada por Clement Lefebvre ya no es la que era. Atrás quedaron los tiempos en los que Linux Mint era sinónimo de proyecto sanguijuela que nada aporta, más allá de ofrecer un Ubuntu preconfigurado al gusto del creador. Hace años que Linux Mint no es esa y es de rigor reconocérselo, porque además de avanzar ha conseguido desarrollar este 2015 sus mejores versiones hasta la fecha, configurando a la postre la que posiblemente sea la recomendación más acertada que se le puede dar al usuario corriente y moliente.
Comentarios
"Proyecto sanguijuela"? pero si era un "Ubuntu, Fixed Edition" para los que nos habíamos cansado de los vaivenes de Canonical (ahora gnome 2 si, ahora te metemos el cagarro este que habiamos hecho para netbooks pero chupando el doble de recursos que antes aunque te respetamos tu gnome2, ahora lo rehacemos en qt porque nos viene mejor para moviles y tablets aunque todo lo demas use gtk, ahora si quieres upgradear te obligamos a borrar gnome2, ahora borramos cualquier referencia a Linux y Debian de nuestra web y nos referimos al kernel como Ubuntu Kernel...)... Aunque sinceramente Cinnamon lo sigo viendo a medio parir, Mate FTW!
LAS VERSIONITIS LLEGAN A HACER TOPS
vamos, otra distro que no aporta nada a un Debian.
#1 uyuyuy un talibán debianita...A las trincheras!
#1 Que Ubuntu parta de la rama inestable de Debian y de Ubuntu salga Mint no quiere decir que sean la misma distro, tienen adiciones que no tiene Debian. Está bien, en Debian se pueden añadir pero eso ocurre con todas, desde Fedora a Arch.
#1 Aporta el "it just works" que muchos usuarios de escritorio necesitan, sin las mierdas corporativas de Canonical.
En el portatil llevo una Mint en una VM que uso para navegar y hacer el chorra.
Ah, y administro unas cuantos servidores (la mayoría con Debian)