Domingo tras una noche de fiesta. Pablo, Pilar y Luis abren la nevera y se encuentran con un filete de carne con color y olor inusuales. Pablo, desesperado y consciente de que no llega a fin de mes, está dispuesto a comérselo. De este episodio cotidiano surgió Oscillum, que con su etiqueta inteligente busca revolucionar la industria agroalimentaria y mitigar uno de los mayores problemas de las sociedades desarrolladas: el excesivo desperdicio de alimentos.
Comentarios
Te lo comes y si tienes diarrea a las horas, es que estaba malo. Yo este sistema con unos pulpitos de un almacén chino que olían un poco raro, me funciono de puta madre. Tanto que tuve que dejar mi turno de noche y casi no me daba tiempo a vomitar y cagar al mismo tiempo. Eso me dijo que sin duda alguna, si estaban malos.
#2 ¿Es vivécdota?
#4 Sintonía para vivécdota.
#4 Totalmente.
#2 la gracia está en saberlo ANTES.
Aunque en tu caso el resultado tb fue gracioso.
"En ocasiones, aseguran, "el consumidor se bebe una cerveza, piensa que está mala y tira todo el lote pensando que todas se han puesto malas""
Esto no ha pasado en la vida.
Que no le pase como a aquel diseño de un dispositivo que indicaba si se había cortado la cadena de frío, no recuerdo la razón exacta de su falta de implementación, pero seguro que ni a intermediarios ni centros de venta les interesaba, seguro que cantaría en muchos productos.
#1 supongo que como siempre, en parte por lo que dices, y otra parte es que a los usuarios realmente nos la sopla y no estamos dispuestos a pagar el sobreprecio que esa pegatina causaba.
Igual que la de esta noticia, en el fondo no le interesa a nadie. Solo, quizá, a un ministerio que quiera implantarlo...
#1 Y ahí es donde llega un ministro de consumo responsable y lo implanta como obligatorio.
Cc #5
Dice que sale de fiesta y no llega a final de mes.
No sé Rick.....
Si el consumidor no se interesa por la etiqueta, se va a fijar en esto....
Si se lo arrimas al precio quizás alguno mire.