Hace 1 año | Por --550578-- a elpais.com
Publicado hace 1 año por --550578-- a elpais.com

Ana Barranco, una madrileña de 68 años, creyó que nunca volverían los fantasmas del pasado, que ella nunca tendría que salir ya a gritar por la libertad a las puertas de una cárcel. María se sorprendió a sí misma con el puño en alto, cantando la Internacional, con lágrimas en los ojos y una sensación extraña de derrota; despidiendo a Rafael Vera y a José Barrionuevo. Gritando con muchos otros: "Nos están metiendo en la cárcel como antes".

Comentarios

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Me mola mucho la equiparación que hacen con miembros de PSOE yendo a carcel con los presos politicos del franquismo.

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Pero qué dramas, si solo cumplieron tres meses de condena.

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Emotivo final del articulo periodístico:

Cuando Vera y Barrionuevo ya no podían consolar a nadie, cuando las puertas de la prisión se cerraron detrás de sus pasos, algunos de los máximos dirigentes del PSOE se derrumbaron definitivamente. A Alfredo Pérez Rubalcaba, el portavoz del partido, se le llenó la cara de lágrimas. Tampoco fue fácil consolar a Felipe González. Quienes lo conocen desde hace más de 20 años aseguran que nunca le habían visto exhibir públicamente -quizás sin quererlo después de una tarde tan larga de espera y de cárcel- su dolor y su rabia.

De regreso, cuando el ex presidente se dirigía a su coche para volver a Madrid, un grupo de militantes le pidió a gritos, le suplicó casi, depositando en él la fe inquebrantable de otros tiempos: "Felipe, sácalos".

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Y mister X ausente, escondido. Comprando fincas en Marruecos.

uyquefrio

Democracia plena y tal. Pero luego se mosquean los sociatas cuando se les define como herramientas del régimen del todo está atado y bien atado...