Fiel a su estilo, la baronesa popular ha utilizado un tono más duro, ha cronometrado su agenda para marcar el paso y ha mostrado las líneas a seguir por un PP que no ha dudado en utilizar las herramientas ‘marca Madrid’ para criticar al Ejecutivo. Desde el Gobierno han pedido altura de miras a la oposición y a la derecha, pero, no obstante, la utilización de graves bulos y ataques desmedidos aprovechando el desconcierto generalizado ha sido una constante de la dirigente madrileña.
Comentarios
Usando el bulo de los bebés y sin rectificar eclipsa a cualquiera. En inmundicia.
#2 En eso consiste "Su oposición" usar la mentira más abyecta para tratar de perjudicar a sus rivales.
En el PP son especialistas, desde usar a Miguel Angel Blanco para pagarse la sede, a las vícitmas, las suyas, como comodín, al "Ha sido ETA" que se comió media España para luego despreciar a las víctimas del 11M.
Me cuesta entender al votante medio del PP.
#3 Oh, es muy fácil de entender. La clave es el egoísmo.
#3 Eso decía yo del Atlético cuando Jesús Gil. Debe ser un gen o algo así
Está claro que desde que es presidenta de la CAM lo está usando como trampolín para jugar a ser la "berdadera oposición", a costa del bolsillo de los madrileños y ninguneando sin complejos al presidente de su partido (huy, lo he puesto en singular), pero el trumpismo, la falsedad y la macarrería de su titiritero ya se están saliendo de madre:
[...] además de los bulos previamente mencionados, la presidenta regional también tuvo tiempo de arremeter contra el Gobierno de coalición: “Yo entiendo que aquellos que apalean policías, que revientan cajeros, que están con los de la kale borroca, que han secuestrado y han matado en su historia, que promueven los escraches, que han quemado las calles de Cataluña… pues yo entiendo que no condenen el terrorismo de Hamas, pero es terrorismo, es yihadismo”.
Pero no se quedó ahí, recuperando, nuevamente, el bulo de las mujeres violadas para condenar lo que a su juicio es el falso feminismo del Ejecutivo español [...]
Se está convirtiendo en lo que ya era su madrina Esperanza Ranas Aguirre: un maravilloso movilizador del voto de izquierdas.