La única vez que vi a Lionel Messi en persona, delante de mí, dos cosas me llamaron poderosamente la atención. Primero: era mucho más frágil de lo que imaginaba. Exceptuando sus piernas, desde luego, todo en él me recordaba a un niño. Segundo: Lionel Messi no disfrutaba aquel espectáculo de luces y flashes y autógrafos pedidos y cámaras de televisión con reporteros que, como yo, intentaban obtener una reveladora entrevista suya. Recuerdo haber pensado: este chico, solo quería jugar.
Comentarios
Está desmentido desde el principio y nadie cercano a la familia ni sus médicos nunca lo habían corroborado sino todo lo contrario: http://www.goal.com/es/news/20/argentina/2013/09/17/4267362/lionel-messi-y-el-malentendido-con-el-autismo
En el futbol hay mucho discapacitado