El sexo oral es la única cosa que hacemos los humanos que equilibra a la perfección altruismo y egoísmo, las ganas de dar y las ganas de sentirte el puto amo de la barraca. Para este equilibrio perfecto, como en un buen kalimotxo, la proporción debería ser siempre de 50%-50%, porque si uno de los dos elementos se dispara el afán por complacer o por colgarte la medallita de “voy a hacerle el mejor trabajo que le han hecho en la vida” pueden hacernos perder el sentido común y poner en riesgo la salud.
Comentarios
eso es amor verdadero, lo demás es marear la perdiz
No todos los hereoes llevan capa, algunos necesitan tener el cuello lo mas suelto posible
#3 ahor entiendo porqué hoy pedía amantes coreanos...
Me viene la imagen de cuando a una oca le meten la manguera para que le engorde el hígado.
De garganta furibunda pasó a garganta meditabunda
#4 jajaja doy fe. Yo también lo he leído.
sus ultimas palabras fueron -ARGGGGARAGAGAGGAAAGGGGG.
Por la sonrisita creo que le valió la pena...
Y ahora pronuncia Zaragoza!
#3 Con los años he aprendido a girar el cuello lo suficiente como para adaptarme a cualquier pollonazo. Cosas de la evolución.
#10 si hubiera pronunciado Matalascañas el problema lo tendría el otro.
#11 eso sería adaptación. Evolución sería si hubieras nacido con una tráquea más ancha
#13 que la chupo que te cagas y yata. Jajaja