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#4:
Que les saquen los billetes a la generación Z, Y o las que sean que vienen ahora, esas que abogan por que "la vida no es acumular cosas, sino acumular momentos" y luego van como borregos haciendo turismo (sí turismo reglado) por todos los puntos del planeta para sacarse la foto para el instagram.
Conmigo que no cuenten para contribuir a su modelo de negocio.
Conmigo que no cuenten para contribuir a su modelo de negocio.
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Que les saquen los billetes a la generación Z, Y o las que sean que vienen ahora, esas que abogan por que "la vida no es acumular cosas, sino acumular momentos" y luego van como borregos haciendo turismo (sí turismo reglado) por todos los puntos del planeta para sacarse la foto para el instagram.
Conmigo que no cuenten para contribuir a su modelo de negocio.
#4 me temo que estas mierdas aspiracionales no casan con el sueldo de la generación Z, aunque serán mucho los gilipollas que vayan a empuarse para creerse durante una hora que son millonarios.
Me resulta satisfactorio que haya gente con dinero a quien no les importa que les timen.
#6 cada uno se gasta la pasta de papi en lo que quiere.
Pues si la comida es regular, es que han mejorado muchìsimo respecto a otros años.
Lo jodido es cuando un sitio auténtico y austero, que empieza a quitar clientes al real club de vela porque se come un arroz de verdad y cada día más y más adinerados copando el sitio y convirtiéndolo en un sitio inalcanzable.
Más de 500€ cuesta alquilar una sola tumbona de esas en Ibiza. Tienen sábanas recién puestas, toallas y cava de bienvenida. El resto hay que seguir pagando en caja. Y nada es barato. El objetivo es que nadie se levante de ahí sin un mínimo de 1.000€ gastados.
Evidentemente no es para todo el mundo. Se busca a turista de alto poder adquisitivo, y esporádicamente algún influencer con buen outfit y un número asquerosamente indecente de fans, o famosetes..
Es un tipo de negocio más. Para el resto sigue estando el chiringuito de toda la vida. Esos no van a morir.
No obstante no hay que olvidar que esto es un negocio más para generar pasta a unos pocos. Puede que el mismo del hotel de al lado, el que tiene seis chiringuitos más o los restaurantes del pueblo.
"Las viandas, la bodega y el estudiado desaliño de los clientes imitan con gracia los del veraneante vulgar, pero con una sofisticación en el porte y con un blanqueamiento dental colectivo que hacen del estío una interminable puesta de sol bajo la que olvidarse de cotizaciones, briefings, dividendos, servicio doméstico y cirujanos plásticos."
Esta bien que circule el dinero.