La pulverización manual de pintura fue suprimida de las plantas de automóviles de Detroit en la década de 1970, y fue reemplazada lentamente por robots y procesos de pintura electrostática. La producción de Fordita o Ágata de Detroit murió con ella, por lo que los únicos trozos o piezas pulidas que existen se remontan a los viejos tiempos, lo que los hace aún más valiosos para los coleccionistas. De hecho, para la mayoría de ellos, la historia y el origen de este material como subproducto de la línea de montaje es más importante que su belleza.
Comentarios
todo, absolutamente todo, tiene su valor si cae en las manos adecuadas
#1 y las cosas valen exactamente lo que se esté dispuesto a pagar
Coprolitos, es el futuro.
Pues no he roto yo de esas en alguna cadena de pintura
#3 espero que no fuera mascando...
#4 Teníamos unos extraños instrumentos formados con un mango de madera y cabeza metálica, martillos los llamaban...
No la llamaban Fordlita?