Hace 11 años | Por meenveneno a diariodeleon.es
Publicado hace 11 años por meenveneno a diariodeleon.es

Un edificio con una suntuosidad inexplicable, con un experimento millonario climático que no funciona y con la realización de una serie de obras que ni siquiera se han concluido y que requerirán el gasto de más dinero público en un futuro.

Comentarios

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¡Indignante!. No es la primera vez que esta parejita de "arquitectos" (Martín Granizo-Díaz Font) nos demuestran lasconsecuencias de su pésima arquitectura con aires megalómanos. No es necesario saber mucho de arquitectura para darse cuenta de lo poco funcionales y desproporcionados proyectos de la pareja. Desgraciadamente, son ya varios los edificios de la pareja en León que han presentado amplios problemas y deficiencias, además de desfases de presupuesto. Y lo peor de todo es que los políticos leoneses continúan adjudicando caros y absurdos proyectos a estos arquitectos de "fama" ya reconocida. ¡Señores que viva el tráfico de influencias! ¡Y los pobres ciudadanos a seguir pagando compadreos!

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¡Sin duda deberían exigirse responsabilidades! Una auténtica estafa por parte de los arquitectos que vendieron un proyecto imposible de llevar a cabo y que ha supuesto un exceso desorbitado en los gastos de ejecución del edificio. Y por otra parte una pésima adjudicación por parte de los responsables políticos del momento que, junto con los arquitectos asesores, valoraron una idea de proyecto mucho más cara y absurda, que el pueblo de Villaquilambre está pagando con creces.

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¡Indignante!. No es la primera vez que esta parejita de "arquitectos" (Martín Granizo-Díaz Font) nos demuestran lasconsecuencias de su pésima arquitectura con aires megalómanos. No es necesario saber mucho de arquitectura para darse cuenta de lo poco funcionales y desproporcionados proyectos de la pareja. Desgraciadamente, son ya varios los edificios de la pareja en León que han presentado amplios problemas y deficiencias, además de desfases de presupuesto. Y lo peor de todo es que los políticos leoneses continúan adjudicando caros y absurdos proyectos a estos arquitectos de "fama" ya reconocida. ¡Señores que viva el tráfico de influencias! ¡Y los pobres ciudadanos a seguir pagando compadreos!